Con el paso de los años, los usuarios de Internet se han habituado a navegar evitando la publicidad y, muy específicamente, los banners flash tradicionales. A ese efecto, en ocasiones incluso no deliberado, se le conoce como «ceguera ante banners».
Afortunadamente, hay formas de crear banners eficaces que consigan maximizar la inversión en el medio y rentabilizar el coste por clic, coste por impresión o coste por acción.
Consideraciones a tener en cuenta:
- Número de cuadros: la duración de la animación no debe ser mayor de 15 segundos.
- CTA claro: debe incluirse siempre un claro call-to-action, un llamado directo a hacer clic en forma de botón.
- Último cuadro: el cuadro final del banner debe funcionar por sí mismo incluyendo la información básica y el CTA.
- Animación VS estático: es conveniente testear diferentes opciones de banners, entre las cuales se puede incluir banners estáticos de un sólo cuadro. Sorprendemente, en ocasiones pueden funcionar mejor que los animados.
- Minimizar la cantidad de copy: los textos deben ser breves y directos al grano. El objetivo del banner no es vender, sino incitar al clic. Construye mensajes persuasivos, más que informativos.
- Incluir el logo en cada cuadro: cuando se trata de un banner flash, la inclusión del logo en cada cuadro de la animación favorecerá el branding. Se tiende a recordar y hacer clic más sobre banners bien identificados, especialmente para marcas reconocidas.
- Integración con la publicación: la creatividad del banner no es ajena al lugar donde se muestra. Cuando mejor consigas integrarlo con el contenido de la publicación, mejores resultados obtendrás. Del mismo modo, determinados tamaños tienden a funcionar mejor en unas páginas que en otras.
- Ubicación: otro elemento básico que afectará al rendimiento será la ubicación del anuncio. Banners situados por encima de la línea de corte (over-the-fold), es decir, en los lugares donde el usuario no necesita desplazar la página para ver el anuncio, tienden a obtener más clics.